Ciudad de México, septiembre 25 de 2017

 

Alfred Wegener astrónomo y meteorólogo alemán, describió en 1912 la Teoría de la “Deriva Continental” que explica la separación de los continentes (América y África iniciaron su separación hace 4,500 millones de años)1.  Ésta Deriva trajo como consecuencia la formación de 8 grandes “placas tectónicas” (entre otras muchas). Una de ellas es la Placa del Pacífico en cuyo entorno, se formó el “Cinturón de Fuego del Pacífico” que es la región sismo génica más activa del mundo como lo demuestran los únicos sismos de magnitudes de 9.0 a 9.5 grados que se han registrado en todo el mundo.

Pues bien, México tiene frontera con el Cinturón de Fuego del Pacífico, y como consecuencia, es un país de alta sismicidad que la historia se ha encargado de comprobar, como lo muestra la recopilación de información sísmica realizada desde el Siglo XVI al XXI. En ese lapso, se han presentado 180 sismos cuyas magnitudes oscilan entre 6.5 y 7.4, y 80 sismos de 7.5 y mayores como el de Jalisco en 1932 de 8.2 y su réplica de 7.8; el de Lázaro Cárdenas de 1985 de magnitud 8.1, y la réplica de 7.8 que tanto afectó la Ciudad de México y a sus habitantes; el de Culiacán en 1995 (8.0)2;

El sismo de Chiapas, también de 8.2 de magnitud que afectó severamente a los Estados de Chiapas y de Oaxaca, especialmente al Istmo de Tehuantepec oaxaqueño, cuyas poblaciones en ambos estados, han sufrido lo indecible con grandes pérdidas humanas y materiales, sin embargo, mantienen la esperanza de recibir el apoyo para realizar una reconstrucción que conserve la fisonomía que le han dado sus pobladores durante sus vidas.

El terremoto más reciente, de 7.1 grados de magnitud cuyo epicentro se localizó en Axochiapan Mor, a 120 km. aproximadamente en línea recta de la Capital del País.

La Universidad Nacional Autónoma de México, hizo el siguiente diagnóstico:

“Síntesis del Informe de Ingenieros de la UNAM sobre S19, puntos más importantes:

1) El sismo fue intraplaca (es decir, no es el típico sismo de choque de placas por LO QUE NO HABRÁ RÉPLICAS de consideración).

Esto se debe a que la corteza no chocó, si no que se desprendió un bloque grande para caer en el magma, por lo que no hay reacomodo que causen réplicas.

2) El sismo fue muy cercano a la Cd. México, Cuernavaca, Jojutla y por eso la intensidad.

3) La intensidad se mide por la aceleración del movimiento del suelo, el detector en Ciudad Universitaria registró en 1985, una aceleración de 32, sin embargo, el 19 de septiembre pasado fue de 60.

4) Este tipo de temblores son muy poco frecuentes en el mundo.

5) Afectan bloques rígidos (edificios entre 4 y 7 pisos principalmente)”3.

 

La Ciudad de México ha sentido 38 sismos cuya magnitud oscila entre 6.5 y 7.4 y 31 sismos de 7.5 y mayores, con epicentros distantes, entre los años 1460 y 19854.

Los fenómenos naturales en éste caso, los terremotos de gran magnitud, tienen periodos de retorno5. Por lo tanto, debemos considerar estas características sísmicas y actuar en consecuencia, es decir, prevenir desde ahora los efectos que los terremotos puedan causar a las construcciones en meses o años futuros, especialmente a las ubicadas en las zonas D y C del Mapa de Regionalización Sísmica(CFE).

Por lo anteriormente expuesto, proponemos:

  1. Diseñar un Reglamento Nacional de Construcción (RNC), obligatorio, como ya lo tienen varios países de Latino América6.
  2. Iniciar la rehabilitación de las estructuras que no cumplan con reglamentos de construcción vigentes como el de la Ciudad de México, o del Manual de Obras Civiles de la CFE. El gobierno federal deberá considerarlas como obligatorias en todo el país, en tanto, se elabora y aprueba el RNC.

El artículo “Evaluación de Estructuras de Concreto de la Ciudad de México7” revela datos alarmantes del estado en que se encuentran las edificaciones: solo el 10% de ellas cumple con el Reglamento de Construcción vigente de la Ciudad de México; el 45% fue construido con los reglamentos de construcción anteriores al vigente; el otro 45% no cumple con ningún reglamento.

El mismo Instituto para la Seguridad de las Construcciones del Distrito Federal, 2010, informó hace varios años, que existían en la Ciudad de México, 1,200 edificios y 53,000 casas habitación de alto riesgo sísmico que continúan ocupadas, por lo que es importante elaborar un Plan que prevenga desastres provocados por terremotos.

 

  1. La Teoría de la Tectónica de Placas y La Deriva Continental
  2. Propuesta para Incluir el Riesgo Estructural en la Normatividad de Protección Civil de la RM
  3. Grupos de Sismología e Ingeniería de la UNAM
  4. Dra. Linda Manzanilla del Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM
  5. Nishenko y Krishna Singh 1987, Núñez C. UNAM y L. Ponce UCM 1989
  6. Reglamento Nacional de Edificaciones Perú, 2006
  7. Eduardo Reynoso, Instituto de Ingeniería UNAM, 2012