Las catástrofes naturales pueden destruir vidas y anular años de desarrollo en pocas horas o incluso segundos. Las poblaciones de todo el mundo están cada vez más expuestas a peligros naturales (sequías, inundaciones, huracanes, terremotos, epidemias, etc.), a crisis provocadas por el hombre (socioeconómicas, conmociones, conflictos, etc.) y a crisis prolongadas (situaciones prolongadas y complejas de emergencia en las que se juntan dos o más aspectos de las crisis mencionadas anteriormente).

La población que depende de la agricultura para vivir es la más afectada por las crisis o las catástrofes, ya que plantean un grave riesgo para su seguridad alimentaria y nutricional.

La resiliencia es la capacidad de las personas, las comunidades o sistemas que hacen frente a catástrofes o crisis a preservarse de los daños y recuperarse rápidamente.

Por tanto, se trata de mejorar la capacidad de las familias, las comunidades y las instituciones para proteger a las personas y los medios de vida mediante medidas que eviten (prevención) o limiten (mitigación y preparación) los efectos negativos de los peligros y prevenirlos de manera fiable y oportuna.

La estrategia de resiliencia de la FAO se basa en cuatro pilares:

  1. Creación de un entorno favorable – Fortalecimiento institucional y gestión del riesgo y la crisis en los sectores agropecuarios.
  2. Vigilancia para salvaguardar – Sistemas de información y de alerta temprana sobre seguridad alimentaria y nutricional y amenazas transfronterizas.
  3. Aplicar medidas de reducción del riesgo y de la vulnerabilidad - Protección, prevención, mitigación y construcción de los medios de vida con tecnologías, enfoques y prácticas en todos los sectores agropecuarios.
  4. Preparación y respuesta – Preparación y respuesta ante las crisis relacionadas con la agricultura, la ganadería, la pesca y los bosques.

Articulo completo: http://www.fao.org/emergencies/como-trabajamos/resiliencia/es/

PRONUNC IAM IENTO DE LAS ACADEMIAS G-SC IENCE 2012

DESARROLLO DE LA RESILIENCIA FRENTE A DESASTRES NATURALES Y TECNOLÓGICOS

VISIÓN GENERAL Y ANTECEDENTES

Los desastres imponen altos costos sociales y económicos en las sociedades. Estos costos pueden reducirse mediante la disminución de riesgos y la adopción de nuevas estrategias para aumentar la resiliencia. Para contar con una guía más eficaz para el desarrollo de resiliencia –y aun cuando las experiencias de desastres recientes nos ofrecen útiles lecciones- es necesario basarse en la observación sistemática científica de los riesgos y su clasificación. Puesto que una estrategia basada en lo anterior es común ante una serie de desastres independientemente de su causa, la implementación de estas estrategias implica una importante inversión. Es urgente que los gobiernos nacionales construyan estrategias de resiliencia en programas de asistencia nacionales e internacionales de cooperación y desarrollo.

 

DESASTRES

Los desastres naturales incluyen eventos como terremotos, derrumbes, huracanes, inundaciones, tifones, erupciones volcánicas y pandemias. Los desastres tecnológicos incluyen fallas accidentales u ocasionadas por el factor humano en infraestructuras socialmente críticas como son: presas y diques, sistemas de energía y redes de información. Los desastres con frecuencia se agravan por el efecto cascada (por ejemplo, el terremoto y tsunami junto con la falla del reactor nuclear en el este de Japón). En este pronunciamiento, utilizaremos el término “desastres” para todos estos casos. Aunque algunos desastres (como sequías, epidemias o hundimientos de terreno) pueden ocurrir de manera gradual, aquí nos centramos en los desastres que ocurren en periodos cortos de tiempo.

 No se puede predecir con certeza el momento en que ocurrirán la mayoría de los desastres. Sin embargo, un estudio científico cuidadoso,la creación de modelos y el monitoreo, pueden mejorar nuestra comprensión de los riesgos y la exposición, y a menudo pueden significar valiosas alertas anticipadas. Incluso para eventos como los terremotos y tsunamis asociados, las alertas con unos cuantos minutos de anticipación pueden salvar vidas. Es importante volver a analizar la exposición al riesgo periódicamente. Por ejemplo, los fenómenos meteorológicos extremos (tormentas, olas de calor e incendios sin control) pueden llegar a ser más frecuentes e intensos como consecuencia del cambio climático y otros cambios, y se pueden revelar riesgos que no habían sido detectados con anterioridad, a la luz de nuevos datos geofísicos, entre otros.

RESILIENCIA FRENTE A LOS DESASTRES

La resiliencia puede definirse como la habilidad que tiene un sistema y sus componentes para anticipar, amortiguar, adaptar o recuperarse de los efectos de un desastre mayor, de forma oportuna y eficaz. La capacidad de resiliencia debe desarrollarse en las instituciones a todos los niveles y sectores de la sociedad. En muchos casos, la resiliencia reforzada trae consigo múltiples beneficios, contribuyendo a disminuir el número de muertes, lesiones y pérdidas económicas ocasionadas por emergencias relativamente frecuentes al tiempo que se aumenta la resiliencia para enfrentar desastres futuros. Los elementos para desarrollar la resiliencia incluyen los siguientes:

  • Evaluación y monitoreo sistemáticos de los riesgos de desastres, la investigación continua para mejorar nuestra comprensión de las causas subyacentes, los sistemas mejorados de alerta y la concientización de los riesgos por parte de la sociedad y de todos los niveles de gobierno.
  • Establecimiento de una cultura e incentivos que fomenten la aceptación de responsabilidades de las comunidades, incluyendo el sector privado y organizaciones civiles para la planeación y cooperación en la preparación, respuesta y recuperación.
  • Planeación a largo plazo, inversión y fortalecimiento de medidas de mitigación o preventivas como el uso del suelo y otros códigos de zonificación y construcción.
  • Cooperación internacional en materia de planeación anticipada y respuesta rápida, así como de investigación y evaluación de los factores de riesgo.

COMPONENTES PARA EL DESARROLLO DE LA RESILIENCIA

La adopción del enfoque de sistemas y la identificación de soluciones multidimensionales, son elementos clave para el desarrollo de la resiliencia. Sugerimos que se preste especial atención a los siguientes cinco puntos y se pida a los gobiernos comprometer a la comunidad científica nacional e internacional en este esfuerzo:

 1.Vigilancia continua de riesgos y evaluación periódica de desarrollo de capacidad es. Es difícil estar preparados ante desastres que no logramos siquiera imaginar. Las regiones, los países y la comunidad internacional, deben desarrollar constantemente estrategias para la identificación y evaluación de los riesgos de desastres que enfrentan y reducir así su exposición. El monitoreo continuo es clave en este sentido.

 2.Mejoramiento de los sistemas de salud pública. Incluso cuando un evento en curso no tiene que ver con los servicios de salud pública, las grandes crisis de índole social pueden rápidamente dar paso a una gran variedad de riesgos, incluso brotes de epidemias. Los sistemas de salud pública deben ser fortalecidos y mantenerse, tanto para evitar el desastre, como para responder cuando éste ocurra. La capacidad de respuesta al impacto de los desastres en el sector salud, especialmente en poblaciones vulnerables, debe ser una parte integral en (y un incentivo adicional para) la construcción de sistemas sólidos de salud pública. Se aplican las mismas consideraciones a los sistemas de cultivo y salud animal, por su enorme impacto sobre la seguridad alimenticia y la economía. Los gobiernos deben evaluar periódicamente qué tan preparados están en el ámbito de la salud pública regional, nacional e internacional.

 3.Aplicaciones de la tecnología avanzada de la información (IT). Las tecnologías de la información, incluyendo la geoespacial, son importantes para el monitoreo, identificación y alerta de desastres inminentes y en la evaluación de su ubicación, naturaleza y alcance del os daños, número de muertes y de lesionados para poder enviar, coordinar y concentrar los esfuerzos de asistencia. Los países deben evaluar las posibles ventajas de los sistemas de tecnologías de la información especializados, para dar respuesta en casos de emergencia, en contraste con los sistemas compartidos que desempeñan múltiples funciones. De cualquier manera, la práctica sistemática (juegos de respuesta ante emergencias) con todos los jugadores clave, y los programas activos de participación pública y de educación, son fundamentales para el uso eficaz de estos sistemas.

 4.Planeación, ingeniería e implementación de los estándares para minimizar la vulnerabilidad. Las pérdidas por desastres pueden disminuirse considerablemente mediante la mejora de los estándares de construcción de edificios, carreteras, sistemas eléctricos, sistemas de agua y otra infraestructura, y mediante la zonificación con objeto de reducir los índices de vulnerabilidad. Además de planearla protección de las poblaciones y la infraestructura moderna; también el patrimonio cultural y natural requieren protección ya que su pérdida es irreversible. Es fundamental la investigación constante de diseños innovadores, de ingeniería y materiales, y la difusión de información sobre técnicas y materiales disponibles. Para poder ser eficaces, los gobiernos deben vigilar el fortalecimiento de los estándares.

 5.Integración de la capacidad de resiliencia en los programas de asistencia al desarrollo. Los programas de asistencia al desarrollo pueden contribuir para que los países desarrollen su propia capacidad de resiliencia, a nivel local y nacional. Para que esto funcione, la asistencia debe llegar a quienes más la necesitan para poder reducir vulnerabilidades futuras. La educación pública y el compromiso, las lecciones aprendidas de desastres anteriores y la capacidad de comunicación, son especialmente importantes en el caso de las poblaciones y zonas vulnerables. La asistencia al desarrollo, incluso en situaciones de crisis, debe involucrar a las instituciones y a los individuos del país afectado para construir la experiencia y capacidades locales.

 

Articulo completo: http://www.comunicacion.amc.edu.mx/comunicacion/docs/amc-150612-g8-resiliencia.pdf

 

 

El Camino a la Resiliencia

AMERICAN PSYCHOLOGICAL ASSOCIATION

¿Cómo enfrenta la gente los eventos difíciles que cambian su vida? ¿Cómo reacciona a eventos traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad difícil, un ataque terrorista y otras situaciones catastróficas?

Generalmente, las personas logran adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian dramáticamente su vida y que aumentan su estado de tensión. ¿Qué les permite adaptarse? Es importante haber desarrollado resiliencia, la capacidad para adaptarse y superar la adversidad. Ésta se aprende en un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y que compromete a las personas a tomar una serie de pasos.

Diez Formas de construir resiliencia:

  1. Establezca relaciones—Es importante establecer buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas importantes en su vida. Aceptar ayuda y apoyo de personas que lo quieren y escuchan, fortalece la resiliencia. Algunas personas encuentran que estar activo en grupos de la comunidad, organizaciones basadas en la fe, y otros grupos locales les proveen sostén social y les ayudan a tener esperanza. Ayudar a otros que le necesitan también puede ser de beneficio para usted.
  2. Evite ver las crisis como obstáculos insuperables—Usted no puede evitar que ocurran eventos que producen mucha tensión, pero si puede cambiar la manera como los interpreta y reacciona ante ellos. Trate de mirar más allá del presente y piense que en el futuro las cosas mejorarán. Observe si hay alguna forma sutil en que se sienta mejor, mientras se enfrenta a las situaciones difíciles.
  3. Acepte que el cambio es parte de la vida—Es posible que como resultado de una situación adversa no le sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puede cambiar le puede ayudar a enfocarse en las circunstancias que si puede alterar.
  4. Muévase hacia sus metas—Desarrolle algunas metas realistas. Haga algo regularmente que le permita moverse hacia sus metas, aunque le parezca que es un logro pequeño. En vez de enfocarse en tareas que parecen que no puede lograr, pregúntese acerca de las cosas que puede lograr hoy y que le ayudan a caminar en la dirección hacia la cual quiere ir.
  5. Lleve a cabo acciones decisivas—En situaciones adversas, actúe de la mejor manera que pueda. Llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, y desear que desaparezcan.
  6. Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo—Muchas veces como resultado de su lucha contra la adversidad, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que han crecido de alguna forma a nivel personal. Muchas personas que han experimentado tragedias y situaciones difíciles, han expresado tener mejoría en el manejo de sus relaciones personales, un incremento en la fuerza personal aun cuando se sienten vulnerables, la sensación de que su autoestima ha mejorado, una espiritualidad más desarrollada y una mayor apreciación de la vida.
  7. Cultive una visión positiva de sí mismo—Desarrollar la confianza en su capacidad para resolver problemas y confiar en sus instintos, ayuda a construir la resiliencia.
  8. Mantenga las cosas en perspectiva—Aun cuando se enfrente a eventos muy dolorosos, trate de considerar la situación que le causa tensión en un contexto más amplio, y mantenga una perspectiva a largo plazo. Evite agrandar el evento fuera de su proporción.
  9. Nunca pierda la esperanza—Una visión optimista le permite esperar que ocurran cosas buenas en su vida. Trate de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse por lo que teme.
  10. Cuide de sí mismo—Preste atención a sus necesidades y deseos. Interésese en actividades que disfrute y encuentre relajantes. Ejercítese regularmente. Cuidar de si mismo le ayuda a mantener su mente y cuerpo listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.

Formas adicionales de fortalecer la resiliencia le podrían ser de ayuda. Por ejemplo, algunas personas escriben sobre sus pensamientos y sentimientos más profundos relacionados con la experiencia traumática u otros eventos estresantes en sus vidas. La meditación y las prácticas espirituales ayudan a algunas personas a establecer relaciones y restaurar la esperanza.

articulo completo: http://www.apa.org/centrodeapoyo/resiliencia-camino.aspx