27 de julio de 2015: En la escala de catástrofes naturales, las inundaciones se encuentran entre las peores. Tanto por las pérdidas financieras como por las pérdidas de seres humanos, las inundaciones se ubican junto con los terremotos, los huracanes y los tsunamis. De hecho, la catástrofe más mortífera del siglo XX fue la inundación que tuvo lugar en China en el año 1931, la cual puede haber dado como resultado más de un millón de muertes.
Lamentablemente, predecir inundaciones es complicado. La predicción depende de una compleja mezcla de componentes: las lluvias, la humedad del suelo, los antecedentes recientes de precipitaciones y mucho más. El derretimiento de nieve y las tormentas repentinas también pueden contribuir para que se produzcan inundaciones inesperadas.
Gracias a la NASA, sin embargo, las predicciones están mejorando.
Ahora se encuentra disponible en línea una herramienta informática, conocida como Sistema de Monitorización Global de Inundaciones (Global Flood Monitoring System o GFMS, por su sigla en idioma inglés), que confecciona mapas de las inundaciones en todo el mundo. Los usuarios de todos los rincones del planeta pueden usar el sistema para determinar cuándo el agua de las inundaciones podría azotar sus comunidades.
“En nuestro mapa interactivo global, se puede hacer zoom en un lugar de interés para ver si la cantidad de agua que hay ya se considera como una inundación, si el agua está retrocediendo o si está subiendo”, explica Robert Adler, de la Universidad de Maryland. Adler desarrolló el sistema junto con su colega Huan Wu. “Asimismo, se puede buscar en las áreas cercanas para ver si hay lluvias río arriba, si la lluvia cesó y cómo se está moviendo el agua río abajo”.
El GFMS funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana (24/7), aun cuando haya nubes u otro tipo de interferencias.
“En ciertas ocasiones, nuestro sistema podría ser la única manera que tiene la gente de obtener información”, dice Adler.
El sistema funciona de esta manera:
El GFMS se basa en los datos sobre las precipitaciones que se obtienen de los satélites de observación de la Tierra, de la NASA. Originalmente, el sistema dependía del satélite denominado Misión de Medición de Lluvias Tropicales (Tropical Rainfall Measuring Mission o TRMM, por su sigla en idioma inglés). A principios de este año, el GFMS se convirtió en el nuevo satélite de Medición de las Precipitaciones Globales (Global Precipitation Measurement satellite, o GPM, por su sigla en idioma inglés). Los datos sobre la lluvia que proporciona el GPM se combinan con un modelo de la superficie terrestre que incorpora la cubierta de vegetación, el tipo de suelo y el terreno con el fin de determinar la cantidad de agua que se absorbe y la cantidad de agua que alimenta los caudales.
Los usuarios pueden ver estadísticas relacionadas con las precipitaciones, los caudales, la profundidad del agua y las inundaciones cada 3 horas, en cada uno de los recuadros de un mapa global, que abarcan 12 kilómetros. Los pronósticos para estos parámetros se extienden a 5 días. Asimismo, los usuarios pueden realizar acercamientos mayores para ver mapas de inundaciones (áreas que, se estima, estarán cubiertas de agua) con una resolución de 1 kilómetro.
Organizaciones como la Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas ya están usando el GFMS antes, durante y después de las inundaciones cuando la información que se brinda desde tierra es insuficiente (lo que sucede con frecuencia).
“Ellos lo usan para saber cuándo y dónde se ha producido una inundación y para estimar su magnitud. Utilizan esa información junto con mapas de la población con el fin de orientar los esfuerzos de asistencia”.
Adler está ansioso por obtener mejoras más importantes para el sistema; cortesía del nuevo satélite GPM.
“Los avances logrados por el GPM nos permitirán estimar las inundaciones y los desprendimientos de tierra en todo el planeta con más precisión. Asimismo, la cobertura global del GPM, comparada con el enfoque de latitud tropical del TRMM, posibilitará realizar pronósticos más precisos en las latitudes medias y altas”.
Adler planea trabajar con grupos internacionales, como Global Flood Partnership, con el fin de ayudar para que el sistema se conozca.